lunes, diciembre 05, 2011

Un vegano errante actuó como tal

Me fui de Cuenca con la promesa de pronto retorno. Ya instalado en Lima, practiqué con las pelotas que había comprado en Quito, hasta que luego de alguna vez que estuve practicando con Andy, Iris y otros compañeros de Acción Antiespecista, vencí de cierta forma, la barrera de la continuidad, con unos aros. Luego le seguí dando a las pelotas hasta ke me salió masomenos lo más simple.
Luego de algunas semanas, me salió una chamba de unas horas en Piura. Aproveché para ir a Cuenca, y así volví donde Claudia. Luego de algunos días, surgió la necesidad, así ke me decidí a malabarear. La primera vez no resultó. Luego, conocí a algunos chicos, locales, que me enseñaron un poco más y aun peruano que había empezado a vivir ahí con su mamá. Así, además de los malabares simples, aprendí a hacer cruzado, luego abierto y también tirar 1 primero y luego 2 a los costados. Así fue como sobreviví en Cuenca, alojándome de vez en vez en un lindo hospedaje. También me fue bien tocando guitarra y cantando en los buses. Sacaba lo suficiente para hospedarme y comer. El hospedaje me costaba 8us$ la noche, pero si me alojaba con otros, salía a menos. Fue bueno conocer a los chicos y chicas de Huevo de Iguana, música del Caribe colombiano, ya que además de ser agradables personas, me salía a 4us$ alojarme con ellos. Estuve casi 1 mes en dicha ciudad, hasta ke fue el momento de regresar, para buscar chamba de nuevo (con prioridad hacia los trabajos a distancia, sobre todo si eran proyectos propuestos por mí) y cumplir con compromisos partidarios. Me tardé en conseguir trabajo, pero lo hice, aunque quedaba pendiente regresar a Cuenca...

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